L. y M. F. Delgadillo noviembre 1997

El viento de la maana

me sonaba su clarn

me sacaba de la cama

llamndome desde su hueco

que encontraba en la ventana

cuando viv en las afueras

haba un bosque a donde quiera y

por ah tena mi casa

Me acompaaba en mis marchas

cuando no iba nadie ms

y el viento haca con las ramas

y hojas seales y vueltas

y era compaa incansable

toqueteando aqu y ac

revisando todos lados

donde colarse pudiera

en mi expedicin del valle

volviendo del aserrn

revolviendo la hojarasca y

rechinando la madera

Lo recuerdo y lo s tirando

del pelo de mi amor

derribando algo y huyendo

a la carrera

bromeando con los sombreros

y empujndome el portn

que atrancamos porque

el viento no lo abriera.

El que se alej bailando

a tropezones y traspis

entre troncos y tocones

dando vueltas y revueltas

ese tipo de sujeto

que desconecta la luz y justo

cuando temes algo es el que

es el que sonriendo

te apaga la vela.

Un da cambiamos de casa y

venimos a la ciudad

la mudanza trajo muebles

y a nosotros con maletas.

En la casita del bosque

no nos pudimos quedar

nos echaron, muchas gracias

y hasta pronto, vuelvan, vuelvan

Bajo el pino la casita

que se alcanzara a mirar

si las copas de los rboles

se inclinaran apenas

tiene como tres docenas

de meses sin dar seal

ya no se abren sus ventanas

ni hecha humo su chimenea

quiz el viento habr silbado

tal vez se sent a esperar

antes de olvidarme para siempre

y seguir sus piruetas

Lo recuerdo y lo oigo regando

los trastos del taller

acarreando hojas y alzando

tolvaneras

y oigo mecerse a los pinos

cuando escu